Empezar un negocio es todo un reto, un reto que suele acompañarse de fuertes emociones, grandes esperanzas, miedos naturales y un nudo en la chequera. Imaginemos que ya pasamos por las primeras etapas donde ya decidimos qué vamos a hacer (qué producto, qué servicio, qué idea, etc.) y estamos en la parte de inversión, o como coloquialmente se dice, donde los niños se hacen hombres.
Empiezan los escenarios financieros, los presupuestos con los que se cuenta, las ideas de inversionistas o socios, los préstamos bancarios, los “exceles” que van y vienen (a propósito, una simulación en Excel no hace un negocio, ¡OJO, que sólo sea una herramienta de apoyo!), y entonces suele suceder algo peligroso: la priorización.
La priorización es diferente a la cronología. La cronología es el orden en el que SÍ vamos a hacer las cosas, pero la priorización suele terminar en que SÍ se hace y que NO. Si esto no se realiza con cuidado, llegará un momento en que la liquidez se “limita” y solo llegaremos a “x” número en la lista de prioridades, dejando afuera el resto. Yo no sé de ingeniería, ni de muchas otras cosas, pero sé que en esta priorización pasan dos cosas importantes:
- Una buena parte del marketing suele dejarse muy abajo en la priorización (lo que lleva a un riesgo de fracaso altísimo al proyecto).
- Surge una pregunta importante, constante, común y que pocas personas suelen contestar con claridad: ¿qué SÍ tengo que hacer de marketing para arrancar un negocio y qué puedo esperar?
Se contesta con poca claridad, pero trataré de cerrar con detalle este documento. Es altamente relevante que no se busquen opciones baratas o que no se busque hacerlo uno mismo, a veces parece fácil, pero, como dicen por ahí, ¡NO SE AUTOMEDIQUE! Un profesional en marketing o una agencia con experiencia ha visto muchos escenarios que servirán para desarrollar las herramientas.
Bien, regresemos al tema principal. Estamos asumiendo que hablamos de cualquier tipo de negocio, servicios, producción, innovación, tecnología, retail, restaurantes o cualquier otro que busque ser serio y no ser considerado en la categoría de “changarro”.
Así pues, se DEBE hacer en todos los casos lo siguiente: investigación de mercados (para detalles de producto, pricing, valores agregados, lanzamiento, etc.), trabajo estratégico de MKT (segmentación, comunicación, pricing, canales), logotipo, manual de identidad básico (generalmente existen 3 niveles, con el nivel 1 es suficiente para empezar), página WEB, WEB Móvil o APP, SEO, video demostrativo (no corporativo, hablamos de entre 45 y 90 segundos), herramientas de ventas (si es un restaurante hablamos del menú, una fábrica su catálogo, una empresa de servicios folletería informativa, distribuidor folletería técnica, presentación de ventas, etc.), POP (trabajo en o para punto de venta).
En casos más específicos se debe añadir a esta lista: promociones, redes sociales, packaging, lanzamiento y campañas publicitarias.
Existen alrededor de 50 herramientas básicas de mercadotecnia que el negocio poco a poco irá exigiendo, sin embargo, las mencionadas anteriormente deben estar en la lista de priorización JUNTO con lo más esencial del negocio.
Marketing no es un riesgo, no es una apuesta, no es opcional, no es un gasto, es una inversión que se comprueba funcional. El riesgo está en elegir al proveedor equivocado, lo barato sale caro y en este caso puede ser fatal.
Acércate a un experto o una empresa con experiencia de varios años, en varias industrias y varios tipos de proyectos, eso te ayudará y minimizará el riesgo de fracaso de tu negocio.
Pablo Gómez, CEO en The MIC Group
